MIS MUSAS
Las cabelleras ondulante de las musas
generan el viento de la inspiración
sobre la autoría de mis versos...
Con sus miradas tiernas
llenas de ternura y comprensión
van dando forma a mis hijas literarias.
Con la convicción como bandera
incitan a mi pluma con ternura
a pintar con premura lo que me otorgan.
Quedándome la sensación
de tener que pulir lo que me dejan
como un artesano a un diamante...
Como el artífice que con paciencia
talla la piedra diamantina
que salió de la obscuridad...
Siempre se puede pulir lo creado
hasta convertirla en una gema preciosa
para deleitarnos con su singular belleza.
Y en rigor, cada obra que escribo,
siempre la dejo salir a la luz
después de pulirlas diligentemente...
Cada poesía tiene su ADN en cada verso
como el diamante tiene implícita
la belleza en cada octaedro...!!!
Y como amanuense poético
intento agradar a quien lea
las cosas que escribo con llaneza.
No me creo ser un vate,
solo soy un creador novel
escribiendo sobre lo que siente...
Por el profundo amor
que me une a la poesía,
doy a luz a mis hijas literarias.
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El astro Rey, experto y sagaz
con sus rayos solares,
bronceó la piel expuesta
de mi faz y mi continente.
Selene, la reina nocturna,
plateó mis cabellos
con suaves caricias
de sus lunas llenas...
El tiempo,curtió mi rostro
y todo mi cuerpo
dejando sus huellas
con filigranas de orfebrería.
El sol, iluminó mis días.
Felices y tristes jornadas
del trayecto de mi viaje,
de mi excursión por la vida.
La luna, apaciguó mis noches
con su ronda sin pausas
entre los astros y estrellas,
adormeciendo mi vivencial trajinar.
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Grácil aletear de alas,
de luciérnagas y mariposas...
acarician los recuerdos,
de las noches y los días...
de mi vida peregrina..!
Remolinos de remembranzas,
afloran...como trigo en la llanura;
en la pradera exuberante,
donde moran mis memorias...
en vergeles de experiencias.!
Como luna trasnochada...
emergiendo de las sombras,
para ver en las auroras...
al galán de sus suspiros,
quien le da un beso de fuego.!
Mis saudades se zambullen,
en el mar de los Zargazos...
donde se han perdido mis sueños,
en sus naves de quimeras...
persiguiendo...estrellas de fuego..!
Como caja de Pandora...
mi existencia trashumante,
aprendió que lo efímero...
es el valuarte infranqueable,
que ofrece...indiferente ,la vida..!
Su inefable regalo...
nace y muere como fuegos fatuos,
diluyendose en un fugaz destello...
como luces de artificio,
o como polvo de estrellas..!
Somos frágiles como las mariposas...
de efímera vivencia;
pero, valorizamos nuestra esencia...
otorgando a la existencia
perpetuarnos en nuestros hijos..!
Cuando se aquiete la sombra...
la última...que la luz le de cobijo,
habrán quedado mis hijas...
como banderas al viento,
acariciando los sueños..!
Siendo el escribir mi consuelo,
contaran mis desvelos,
mis tiernas hijas literarias
El sosiego del guerrero...
tras arduas luchas libradas..!
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La vida se compone de alegrías y tristezas,
gélidos Inviernos y cálidas Primaveras;
ardientes Veranos y templados Otoños...
En cada estación se generan cambios,
cambios que se aceptan como algo normal
en la continua esencia de la naturaleza.
Al fin he comprendido
que todo aquello que he sufrido
por la pérdida de mis seres queridos...
solo han sido cambios producidos
por los vaivenes esquivos del destino
que no otorga clemencia de tal sino.
Yo siempre digo:
que la vida es una caja de pandora,
y te sorprende permanentemente...
Somos azotados con cambios inesperados,
que trastocan las mejores intenciones;
y hacen trizas nuestros sueños mas preciados.
El sufrimiento origina
conductas y sentimientos extraños,
y en poco tiempo,
lo que antes era importante;
pierde interés y se deshacen los sueños
como castillos hechos en la arena.
La felicidad se aleja silenciosa
emigrando hacia un horizonte de sombras.
La alegría se esconde en los rincones
como perro apaleado por su amo.
Y... hasta el amor tambalea
ante el viento tempestuoso de las penas.
Quiero ser magnánimo con mi dolor...
Porque he comprendido,
que desde aquel día en que nació
en mis experiencias vivenciales;
se quedó aferrado a mis recuerdos
dialogando entre gemidos lastimeros
con otros dolores del pretérito...
Otros dolores inevitables.
que como frágiles mariposas
fueron quedando enredados
en la red sutil del entramado
que va tejiendo laborioso el destino
en la telaraña tenebrosa del tiempo.
Me he acostumbrado inevitablemente
a llevarlos conmigo a todos lados,
como lleva el árbol sus raíces y fronda
en lo que le toque de existencia...
Como lleva el río en su cauce
el caudal de agua para embriagar al mar.
La exuberancia de un jardín florido,
es posible por la sementera que lo alimenta.
Como lo hace cada noche en silencio,
el rocío bienhechor a la madre tierra.
O como la luna hechiza con su influjo
las mareas de los mares y las simientes.
Cuando ya no queden
las huellas de mis pasos por la vida,
y mi sombra se haya aquietado
ante la falta de luz que le diera su sustento...
solo ahí sin dudas cesará mi aliento
y dejaré de escribir lo que me dictan mis musas.
Mis musas... que se ríen de mi asombro
cuando veo terminado lo que escriben mis manos,
que obedientemente pintan la letras
que ellas le transmiten en silencio absoluto;
con mensajes que vibran en la sangre de mis venas
y se hacen visibles con palabras en versos.
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Autor:
Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe
República Argentina
Derechos reservados.
