martes, 19 de diciembre de 2017

ETEREA Y PURA


ETÉREA Y PURA.


Te vi pasar
con gracia y armonía,
y al verte caminar...
Sentí celos del viento
a quien le regalabas;
la dicha de poderte acariciar
mientras caminabas sin prisa.

Eras una visión etérea y pura,
con el candor cubriéndote
con una aureola celestial...
Imaginé, que eras un ángel
paseando por las calles citadinas

Al percatarte sorprendida
de que yo te miraba embelesado,
el rubor cubrió tus mejillas...
y nos atrapó la magia
de nuestras miradas cómplices...

Una leve sonrisa
iluminó tu rostro,
con la sutil picardía
de sentirte halagada;
por la admiración
que yo  te dedicaba...

Y tus bellos ojos
danzaron con los mios
en una melodía interminable,
donde el tiempo se detuvo;
para poder bailar a nuestro antojo.

Son los ojos quienes hablan
el sutil idioma de Cupido...
Mucho antes que las palabras
acaricien con sonidos los oídos.

Y nos miramos sin pruritos,
haciendo ese instante infinito...
Donde la gente que nos rodeaba
desaparecieron como por encanto.

Me regalaste tu primer sonrisa
envuelta en discretas promesas...
Que anidaron en mi corazón
 con augurios de feliz certeza.

Y sellando el pacto silencioso
nos besamos delicadamente...
¡Como se besan dos almas gemelas
 cuando se reencuentran en otra vida...!


Autor:
Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe
República Argentina
Derechos reservados.





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