Estimados lectores...
Agraciadas damas y gentiles caballeros:
La calidez lisonjera de vuestros comentarios
es lluvia bienhechora sobre mis hijas literarias...
Pequeñas flores,
que abren al mundo sus pétalos
para acariciar con su néctar literario,
el paladar de ustedes los lectores, pero...
no quiero envanecerme con el título de poeta...
solo soy...un amanuense poético novel
y vuestra sensibilidad por mis creaciones
pondrá de manifiesto si algún día puedo serlo.
Me enorgullece
que les gusten mis hijas literarias...
Son limpida expresión
de mi alma de amanuense novel,
sin sujeción a estructuras literarias...
libre...
como el canto de los pájaros
en la libertad de la naturaleza.
Es el sentir
que conmueve mi espíritu poético...
Transformándome repentinamente
en solícito amanuense de las órdenes
que me dicta la inspiración...
y sin pedir explicaciónes
me someto a su arbitrio.
Pareciera, estimados lectores...
que cuando yo escribo,
entro en trance sin poder dominar
el impulso por pintar con palabras,
el ebúrneo papel
que la pluma tiñe presurosa..
Créanme si les cuento:
que no importa el lugar donde me encuentre,
cuando me nace el deseo de escribir
es tan fuerte...que escribo aun caminando
ò...entre la gente arriba de un colectivo..!
Mis hijas nacen a la vista de todos,
como nacen las flores en los jardines;
al amparo de la naturaleza:
bajo la tutela de la creación divina...
Y si Dios me dio el don de la escritura
el sabrá que hacer con los frutos de su ofrenda.
Soy consciente,
que puedan creerme un delirante...
pero yo pienso: si Dios le dio a la mujer
el portentoso poder de ser creadora,
poblando La Tierra de la especie humana;
emulando su poder divino
tras nueve lunas de espera...
Por qué, yo no puedo sentir
que a mi, me encomendó la misión
de escribir un vergel de poesías;
cultivándolas con esmero y diligencia...
Siendo un jardinero de flores poéticas,
que expandiendo su aroma embriagador;
cautiven a corazones sensibles a su néctar.
Yo se,
que nuestro mundo es materialista.
Lo se...Lo razono... Lo abarco...
Pero si todos cedemos al empirismo
la realidad nos postraría de hinojos.
Es menester que busquemos una salida
del laberinto existencial que nos rodea...
La poesía conmueve los sentimientos
y sirve de consuelo a nuestras almas.
Muchos allegados me dicen porque no participo en concursos con mis hijas literarias...Y yo siempre respondo: que no necesito que jueces ni jurados me den sus veredictos...Solo me importa que quienes lean lo que escribo, me juzguen con su sensibilidad y si les gusta, les den alas a mis creaciones compartiéndolas... para que puedan volar como bandadas de mariposas, expandiendo por todo el Orbe; el néctar poético... Como antiguamente lo hacían los juglares en tiempos pretéritos... El destinatario, Juez y Jurado, que den su veredicto inapelable...son ustedes: ¡¡¡Los lectores...!!!
Autor:
Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe
República Argentina
Derechos reservados.
