viernes, 25 de septiembre de 2015

¡VIVIR...!!!


Pende ingrávida
la gota de rocío
sobre el pimpollo
que quiere ser flor.
El astro rey
se yergue esplendoroso
dando origen a una nueva alborada.

La noche
abdica su reinado de sombras
ante las huestes invasoras de Febo...
Y allí,
muy cerca mio,
a mi alrededor...
¡Comienza imponente un nuevo día...!

Un nuevo día,..
y la vida sigue triunfal.
La vida...
que hoy se me antoja
tan vana y tan pueril,
y sin embargo,
me aferro a ella
como lo hace una flor...

Como la simple flor
que por las noches,
bebe ávidamente el rocío bienhechor...
Y que por las mañanas,
busca con ansias
la fuente de vida:
la luz y el calor del sol.

La vida...
que nace espontánea y misteriosa
como una diáfana flor entre las piedras...
La vida...
que floreció aquí en la tierra
a impulsos arcanos y siempre misteriosos.

Vivir...
es una lucha instintiva por sobrevivir,
quizás,
porque está implícito en nuestra naturaleza;
lo cierto
es que luchamos con ahinco y tesón
para seguir viviendo
sorteando riesgos diarios...

Desde niño
que lucho y me desangro
en la angustia atroz del vivir...
que asemeja sus temidas formas
al grácil aletear de un pájaro.

Me fui haciendo hombre
maldiciendo de improperios a la vida;
y conocí de ella,
lo que al mortal
con gracia peregrina le brinda:

Un camino sinuoso
de piedras y espinas,
cubierto todo el tiempo que toque vivirla...
Con vestigios dramáticos
desde el punto en que da comienzo
la aventura de existir...

¡Vivir...!
Vivir para saber de ella
lo que en la muerte intuyo
está vedado,
pues el que muere pienso
y quiero creer...
que de todo pesar queda liberado...

Pero el que queda,
para mostrar ante el mundo
engalanado de odios,
codicia y ambiciones,
su efímera y triste mortalidad humana,
ese es el que sufre,
pues es su precio por la vida.

Yo, como todo aquel
que se precie de ser mortal,
pude ver a lo largo de mi años vividos...
que la vida
es una muerte continua por las noches
de la cual,
resucitamos con suerte cada día...

La noche
es un bálsamo fugaz del pensamiento,
siempre que se pueda conciliar el sueño.
El día
que con su luz despierta los sentidos,
nos sume
en la vorágine de las elucubraciones...

Llegando a odiar
hasta el mismo sol
que con su luz esplendorosa
hace al día...
Deseando las sombras de la noche
para ocultar
el martirio de los múltiples pesares.

No se termina nunca
la cadena de experiencias
a la cual nos vemos sometidos...
y de ellas,
aprendemos lo malo y lo bueno,
y con ellas,
avivamos aun mas los sentidos.

Yo vi de cerca
la miseria tenebrosa,
y pasé por ella
en varias etapas de mi infancia...
En mi niñees,
no se cuantos días interminables,
no supe del pan,
lo que era un mísero mendrugo.

Vi a mi madre
sufrir de impotencia,
cuando mi padre
por una grave enfermedad
no pudo seguir sustentando el clan creado...
y ella tuvo que salir
a trabajar en casas de familia...

¡Mi madre...
pura cepa de mujer extraordinaria...!
De aquellas que aman al esposo,
al compañero,
en las buenas y en las malas,
literalmente...
enfrentando la adversidad sin dilaciones...!

Por ese motivo
es que admiro tanto a las mujeres...
porque mi madre
salió a trabajar como "sirvienta"
para alimentar honradamente
a su amada progenie...
Como una loba caza
para cuidar sus cachorros!

Quizás,
 si no hubiese sido expuesto
a los sinsabores
que la vida me ha brindado,
no sabría decir de ella ni siquiera...
que no es su color rosa,
como los crédulos piensan.

Talvez
siempre la conocí...
aun antes de nacer
pues cuando lo hice,
me amoldé a sus circunstancias...
a los rigores propios que ella ofrenda.
sorprendiéndome sin embargo
como caja de pandora.

La vida tiene eso...
le gusta sorprendernos con saña,
y cuando nos agarra con la guardia baja...
nos asesta un golpe de nocaut
en nuestra inocencia,
y así como llega un día,
otro, se va sin avisarnos.

Y a pesar
de todas las vivencias acumuladas
donde el dolor
y el sufrir son una constante,
desde el mismo momento
en que nacemos,
seguimos como autómatas
creando nuevas vidas.

La nueva vida
que arriba a este mundo,
después de que anidara
en el vientre materno
por nueve lunas
casi interminables de espera...
¡Resumido en la ansiedad
del amor de una madre...!

Tan frágil y azarosa
es la vida en sus comienzos,
que desde bebés
necesitamos del cuidado sin pausa,
inclaudicable...
de los progenitores y guias elegidos
por el sino inexplicable
que gobierna nuestros actos...

Nuestro acto de procrear,
de continuar la especie...
aun ante la entrega sin medida de la mujer...
¡Ante la odisea extraordinaria
de constituirse en madre,
enfrentando con hidalguía
los dolores del parto...!

¡Cuan sublime y prodigioso
es el acto de ser madre...!!!
Cuanta entrega y dedicación
ofrenda a los hijos...
y lo único que pide,
es ver crecer sanos a sus vástagos,
y cumplido su cometido
los insta a volar a su destino.

Un destino,
plagado de buenos augurios y larga vida...
No esperando nunca
que su existencia se trunque
al comenzar a volar en libertad
lejos de su amparo;
enfrentando,
el hado inevitable de la vida y su suerte.

¿Que repuesta otorgar
a su pregunta compungida...?
cuando clama mirando a la nada,
desgarrada por dentro
indagando a los vientos,
por padecer ese martirio
de ver muerto al hijo,
que crió con tanto afán para nada...

Para nada...
ofrendó su cuerpo y sus entrañas a la vida,
y la vida,
permanece impávida a sus ayes y quejidos...
Nada ni nadie,
podrá dar una explicación que la serene,
cuando todo para esa madre
perdió valorable sentido.

Y la vida...
la vida que genera a su arbitrio tal destino,
no otorga
ninguna argumentación por su veredicto,
la sentencia fue la dada,
y no hay replica a las requisitorias.
Hay que aceptar su cruel mandato
guste o no nos guste...

Somos víctimas obsecuentes
y esclavizadas eternamente,
de su poder omnímodo y permanente,
que detenta ominoso,
desde su trono erigido,
como déspota tirano de la existencia
que nos da, o nos quita
cuando quiera y así lo determine.

Perdí tantas cosas importantes en "mi vida",
desde; la facultad de ver una vez mas,
la luz de los ojos de mi madre querida,
cuando me miraba con dulzura,
acariciándome...
con su mirar que era pura ternura!

Después,
vi partir mas seres queridos sin retorno,
abuelos y padre, hermanas,
hermanos, y amigos...
y ahora, me tocó
ver partir a un hijo de improviso...
¡No se acaba nunca
el sufrir en este mundo...!

El reciente,
pero no, último golpe que reciba...
porque la vida,
está llena de sorpresas vivenciales...
y mientras viva,
cosecharè mas experiencias
producto de gozar del gran milagro...
¡Llamado vida...!

La vida,
que se pasea
con aires de bienaventuranza...
O con vientos
violentos y devastadores de tragedias.
Bóreas que sopló una noche,
y el pimpollo no llegó a ser flor,
quedó en el suelo abatido,
arrullado tiernamente por el rocío!

"Mientras
La vida sigue imperturbable...
¡Aquì...!
¡Allì...!
¡Y allá...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"


Autor:
Ignacio Camaño
Derechos reservados
Rosario Santa Fe Argentina.




Imagen:Extraída de Internet