GENTILES LECTORES

Gentiles lectores de mis hijas literarias;
Etéreos colibrìes y graciosas mariposas
que liban el néctar de mis flores poéticas.
Diligentes jardineros que riegan con esmero
el vergel que aflora de mis manos amanuenses
cuando el genio creador me otorga sus mieses.
Pondero las caricias y los mimos de sus ojos...
rocío bienhechor que derraman  sus miradas
cuando leen los versos de mis amadas poesías.

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Quiero contarles las razones
por las cuales ùltimamente
no me han visto muy seguido;
Lo que me pasa, es que estoy perdido
en mi propio laberinto de dolores y pesares.
Tanto sufrimiento inesperado
a quebrantado mis defensas.

Sin embargo: aun con todos mis penares
prosigo como puedo mi viaje por la vida.
Arrastrando mi propia cruz
hacia el Gòlgota del martirio;
Quizás, buscando redimirme
de la culpa que atormenta mi espíritu.

Pueden pensar que soy un delirante...
eso lo entiendo, pues muchas veces
la locura me ha acariciado sutilmente
hacièndome pensar como un demente...
No obstante, puedo asegurarles que nunca
elegiría refugiarme entre sus brazos
dejàndome incitar por la melodía de Atea
para caer apresado en sus dominios

Mi mente, aun quebrantada por el dolor
es libre como un pájaro en el cielo,
que preferiría la muerte a estar cautivo
de la opresión de la dictadura esquizofrènica..
La libertad sin fronteras
es la llama que me ata a la existencia...
y aun con todo su bagaje de inclemencias
prefiero enfrentarme a ella cada día...

Con mi pluma como espada
me enfrento a las adversidades
que la vida me depara
haciendo catarsis con miríadas de versos.
Yo escribo lo que siento
sin condicionamientos ni medida...
ya que es la vida un compendio
de dichas y desdichas
por eso, soy un pájaro que canta
alegrías y tristezas.

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Corteses caballeros y delicadas damas,
hermanados conmigo en la pasión poética...
Quiero pedirles disculpas si quizás atosigo
escribiendo poemas de dolor.y tristeza
pero, yo escribo mis creaciones con la sangre,
la tinta que brota fervorosa de mis venas,
que fluye con la emoción de la dicha o la pena;
transmitiendo el sentimiento a la pluma
que ella va pintando sobre el  lienzo virginal.

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Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe Argentina
25  de Enero del 2015
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