lunes, 29 de octubre de 2018

¡¡¡¡¡...LAS ARENAS DE NUESTRO TIEMPO...!!!!!

¡¡¡¡¡...LAS ARENAS DE NUESTRO TIEMPO...!!!!!
(Cualquier similitud con un título afín, es pura coincidencia.)


En esta odisea,
que nos ofrenda el vivir...
vamos recogiendo,
muecas de asombro a cada paso
ante las vivencias,
que teje la existencia.

Como caja de pandora
es nuestra vida...
que florece,
con la excelsa magnificencia de un arcano
y nos otorga,
el enigmático acontecer que anonada.

El futuro aparece,
plagado de interrogantes...
nos sorprende,
con experiencias inesperadas,
y el presente nos lleva hacia él...
siempre expectantes!

Nuestra exigua
comprensión de esa maraña...
jeroglífico existencial
que nos cobija,
nos sitúa...anhelantes,
de descifrar ese acertijo.

Laberintos
de sorpresas que aterran...
nadie sabe
a ciencia cierta su destino,
atinamos a tientas,
como ciegos...a recorrerlo.

Sin embargo,
el instante supremo tan temible...
al ignorarlo,
nos sume en el desconsuelo...
y el vivir,
se transforma en cruel calvario.

Solo queda...
asumir nuestras delímitaciones...
y volar...
como lo hacen los murciélagos,
esquivando al instante,
aquello que amenace nuestro vuelo.

Con la fuerza y obcecación de un toro...
enfrentando al torero,
hasta que el sable de nuestro sino,
riegue con nuestra sangre...
las fatídicas e inevitables arenas
de nuestro tiempo!


Autor:
Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe Argentina
Derechos reservados
http://mishijasdilectas.blogspot.com

lunes, 22 de octubre de 2018

LA MELODÍA DEL TIEMPO.


La melodía del tiempo...

Tu presencia,
anidó en el árbol de mis recuerdos;
y tu ausencia,
floreció entre sus ramas...!
El ave de la amnesia,
intenta aquerenciarse
en su fronda exuberante;
colmada de reminiscencias...
Y el fénix justiciero
de las remembranzas,

abriendo sus alas de fuego;
ahuyenta la codicia del olvido.
La melodía del tiempo
susurra entre sus hojas,

que la esencia de tu espíritu ido;

acaricia mi alma con la brisa serena.
Que embriaga mi sentido del olfato,
como el aroma
de un pimpollo naciente.
Que extasía mis oídos,
con la melodía de las aves canoras;

Y me da calor y luz,
montado en los rayos cálidos;
del astro rey del cielo
en su reinado diario.

¡Estás aquí...!
Incorpóreo pero presente...

Se siente tu comparecencia,
como se sentía cuando estabas
en el cálido vientre de tu madre;
donde aun no te conocía...
Pero te acariciaba
sobre su tersa piel,
imaginándote entre mis brazos...

Y el día en que naciste,
estalló de júbilo mi corazón de padre;
amándote sin tiempo y sin medida.

¡Estás aquí...!
Me acompañas feliz a todas horas,
desandando los mismos caminos;
hacia mi labor cotidiana.
Mi imaginación te presiente,
como cuando aun no habías nacido
y éramos seres
de mundos diferentes;
pero que por un lazo intangible:
estábamos destinados a estar unidos.
Dimensionar mi amor paterno
es tarea vana y sin sentido,
es como intentar escalar el arco iris;
o volar libre como los pájaros...
¡Siempre existirá entre nosotros,
el nexo mágico del amor eterno...!
Ese amor que nos unirá nuevamente
cuando el Tata Dios así lo determine.
Autor:
Ignacio Camaño.

Rosario de Santa Fe
República Argentina.
Derechos reservados.