Ofrenda lírica
mira incitante al poeta,
reclamando las caricias
de sus manos apasionadas.
Tiembla trémulo el lienzo
ante el roce de su pluma,
que dibuja en su faz nívea
el esbozo de unos versos.
El fértil estro predispuesto
siembra surcos de letras
en las candorosas páginas
como un manso labriego.
Como el viento que en la sabana
acaricia suavemente los trigales.
Los ojos soñadores del poeta
miman con halagos su hija lírica...
La poesía que lo lleva,
en sus oníricos anhelos
a requerir en el parnaso
¡La visita de las musas...!
Buscando el genio creador
que acoja en su seno
las ansias de sus sueños...
¡Atáviarlas con metáforas...!
¡Engalanar con gran empeño
la prístina pureza creadora
con que nace su hija literaria
que es tinta de sus venas...!
Compaginando las letras
con el numen encendido,
une palabras en versos
dando vida a la poesía...
¡Poeta...! labriego de las letras...
sin horizontes que limiten
sus sembradíos sin fronteras,
cosecha sentimientos en versos...
¡Los frutos de su siembra dilecta...!
Y emulando a la naturaleza,
ofrece su creación al mundo:
¡Su singular ofrenda lírica...!
Autor:
Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe
República Argentina
Derechos reservados.
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