viernes, 26 de diciembre de 2014

mar de hielo










MAR DE HIELO


En este mar de lágrimas
en que que vivo aletargado
dejando pasar las horas
mientras miro ensimismado
siempre hacia el mismo lado
en una espera perpetua...

Y la puerta no se abre...
no se resalta en el vano
la silueta esperada
para que entre silbando
avisando su llegada
a nuestra cálida morada.

La insensible arbitrariedad
con la que el sino ordena
los vaivenes indescifrables
de la vida y de la muerte,
entretejió la invisible trama
que impidieron su regreso.

Cuando Junio terminaba
perdura en mi memoria
marcado en el calendario
como el aniversario
del mas cruel martirio
que engendró el verdugo destino.

El libre arbitrio
quedó suspendido sin previo aviso...
Su ínfima sensaciòn de inmortalidad
se hizo añicos
contra la infame saciedad
del cruel realismo.

Cae Icaro con sus alas derretidas
y no por el calor del sol
si no, por pretender lo inasible...
desafiar la ley de la naturaleza:
Solo el tiempo goza de eternidad,
pero el ser humano es efímero.

Y allí...
entre las primeras sombras
de un trágico atardecer,
se unieron en su agonía:
el epílogo del día
y el ocaso de una vida joven.

Un mar de lágrimas
hecha lluvia de hielo
en la esquina de una calle...
Y un sol de asombro
huyendo en la vereda
entre ayes de congoja.


Autor:
Ignacio Camaño
Rosario Santa Fe Argentina
Derechos reservados.