lunes, 8 de julio de 2013

Querido hijo...

Querido  hijo..
Tu vida llegó y se fue
en un suspirar del tiempo
y lo malo de nuestra suerte
fue que durara tan poco
tan poquito para verte.
La  muerte se apuró
a llevarte de nuestro lado
y no dejar que nuestro amor
retuviera tu presencia...
más no podrá evitar
que en tu ausencia se acreciente
el amor que te tenemos
y vivirás para siempre
en los recuerdos presente!

El olvido no será
otro verdugo obsecuente
que se instale en la memoria
para tratar de borrar
tu paso por este mundo.
Las huellas de tu andar
dejaron hondos surcos,
testimonios inalterables
del estigma de tu existencia;
que marcó en tus vivencias
un conflicto permanente
en tu periodo de vida,
haciendo del sufrimiento
experiencias cotidianas
que enfrentaste con hidalguía.

Quijotesco desde niño,
protegiendo a tus hermanos,
y ayudando a los amigos...
La injusticias de este mundo
calaron hondo en tus pensamientos
y como buen samaritano
siempre trajiste a la mesa
a comer a un desamparado
que encontrabas en la calle;
en Navidad, en Año nuevo,
o en cualquier época del año.
Rebelde inquebrantable,
luchaste con ahinco
contra las privaciones,
trabajando sin desmayos
para el progreso de la familia,
luchando codo a codo
para llevar el pan a la mesa.
Ser honesto era tu orgullo
y como bravío caudillo
pregonabas entre tus afectos
que lo que siempre valía
era lo que uno ganaba
con el sudor de la frente.

Coronaste tanto esfuerzo
con el placer
de concretar un deseo
que anhelabas con énfasis...
¡Tener tu primera moto
que fuera cero kilómetro!
y saliste eufórico y feliz
a beber los vientos...
ebrio de júbilo
por los espacios abiertos...
¡ Y al fin...fuiste feliz...!!!
Te llenaste de libertad
en alas de la felicidad
tanto tiempo soñada!

La vida viene y se va
sin que podamos elegir
en que momento  llega
o en cual instante se va...
y lo bueno de nuestra suerte,
fue compartir contigo
tantos años de vivencias,
con tristezas y alegrías,
disfrutando tu nacimiento
tu infancia y adolescencia
y  tu hermosa juventud,
pletóricos de dicha...
y aunque quisieramos
seguir en tu compañía...
tenemos que entender
que  tu partida
no es una despedida...
tan solo es un:
¡Hasta pronto!

¡Hasta pronto hijo,hermano, amigo...hasta que el destino así lo depare nuevamente!

¡¡¡TUS SERES QUERIDOS...!!!

















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