La lluvia caía suavemente,acariciando mi rostro...
y yo,persistente,seguía caminando hacia oriente.
El día agonizaba a mis espaldas en occidente,
mas el sol oculto tras las nubes, aun no se rendía...
En un postrer esfuerzo se abrió paso con sus rayos,
y un arco iris se dejó ver con imponencia majestuosa...
allí,en el cenit del este...desde el norte hasta el sur,
un arco inmenso multicolor sobre la bóveda gris ominosa.
No se si fue una lágrima de emoción o una gota de lluvia,
que se escurrió entre mis labios y se refugió en mi boca.
solo se,que sentí una sensaciòn de regocijo absoluta...!
mis pasos se hicieron leves,y floté etéreo bajo el orvallo.
Mis pies,ya no chapoteaban traviesos en el agua de los charcos,
y mientras me deslizaba en el aire por el medio de la calle...
atinè a darme cuenta...que me elevaba mas y mas hacia lo alto,
preso de ese prodigio que contemplaban absortos mis ojos...!
Suavemente,torné a descender hacia tierra,mientras el portento,
se difuminaba en el cielo,apagandose poco a poco,sus colores...
Volví a sentir la firmeza del camino que hollaban mis pasos,
y la calidez del agua mojando nuevamente las plantas de mis pies.
La realidad hizo entonces su aparición nuevamente bajo la lluvia,
y mientras yo seguía caminando en pos de mi meta,empapado de agua,
ya no era el aguacero veraniego,solo otra lluvia sobre mi vida...
sino,el sortilegio de compartir la conjunción con la naturaleza..!
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