sábado, 25 de julio de 2009

MIS HIJAS DILECTAS...!

¡MIS HIJAS DILECTAS...!!!

Milenario de soles, 
pertinaz prosigo...
A que meta distante
ignoro, va mi destino...
mas sin embargo, 
no intento develarlo;
prefiero la sorpresa
del devenir incierto.

Con mis bártulos a cuestas, 

desando los caminos.
De bienes materiales, 

soy un desposeído...
Ni rango, ni alcurnia, 

me ungen de soberbia.
Ni vestimentas costosas, 

ni joyas, ni dinero...

Tan solo... ¡Mis Poesías..! 

Mis hijas predilectas...
Las humildes creaciones 

que Dios me ha brindado;
que cuentan los avatares 

de vivencias e ilusiones,
narradas y escritas 

con el alma en las manos.

¿No se si tienen métrica? 

¿No sé si tienen rimas?
Tampoco se de estilos 

ni de estética fina...
Son letras dispersas 

que juegan a las escondidas,
hasta que las encuentra; 

la inspiración creativa...

Y las agrupa a su antojo 

en formas escogidas.
¿No se, si son poemas? 

¿No se, si son poesías?
¿Si son odas o sonetos? 

¿Décimas u octetos?
Pero se, que con algarabía, 

hablan de alegrías...

Y que con penas 

de tristezas sufridas.
Que hablan de belleza 

del amor y sus cuitas,
de sentires diversos, 

de soledad compartida;
y aprendí que mi intuición, 

me habla de su esencia...

De esas letras unidas 

que pintan inquietudes,
que hablan de fracasos, 

de triunfos, de saudades.
De amar y ser amados...

De abrir el corazón
ofreciendo al lector 

hurgar, en mis intimidades...

Expresando, lo que la mente 

expone en mis pensamientos...
Y yo, les puse un nombre 

a mis creaciones del alma, 
las llamo:¡Mis hijas dilectas..! 
Son aquellas que mis manos 
trajeron a la vida, 
a través del papel, la pluma, 
y la tinta de mis venas.

Y no buscan la fama, 

ni la gloria, ni fortuna,
tan solo... ¡Que las lean...!!! 

y al leerlas, le den el abrigo 
de una dulce mirada;
un mimo, una caricia, 

unas palabras tiernas...

Porque son frágiles flores 

de un vergel edénico,
donde los poetas, 

somos los jardineros
que cuidamos y regamos 

el jardín de nuestros sueños;
con noches blancas, 

de sempiternos desvelos.

Autor:
Ignacio Camaño.
Rosario Santa Fe 

República Argentina
Derechos Reservados

Imagen:extraída de Internet.

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