martes, 28 de julio de 2009

PORFIA...!


La tarde moría lentamente...
prendida a la agonía del ocaso.
El sol daba su adiós,en el poniente
con moribundo reflejo de luz mortecino
La noche nacia triunfal,
en remezones tornasolados...
y en el diafano azul del cielo...
tejia en claroscuros su reinado.
El paisaje se desdibujaba...
como acuarelas  por el agua,
y fantasmagóricas figuras parecìan...
los árboles y casas que antes lo formaban.
El río en el fondo se preñaba...
de excelsa luminosidad plateada;
que le otorgaba Zelene con donaire,
desde su encumbrado pedestal de diosa.!
Y yo, sentado en la costa del río
dialogaba con el rumor de sus aguas
que imperturbables seguian su viaje...
marcando las fronteras con sus márgenes.
El día, se hizo noche ante mis ojos,
y yo, con mis ansias hechas despojos...
le cuento al rio, mi amargura del vivir
sometido al destino cruel de sus antojos
Las estrellas fulguran en las alturas,
como inasibles luciernagas cosmicas.
Un cometa, transitando en su misterio
cruza fugaz la boveda azul del firmamento
La Luna, con su luz argentina..
invita a su regazo a las tinieblas
mientras que a su influjo se origina
crecimiento de las simientes y mareas.!
Ese profundo silencio que emana..
como por arte de magia en la noche
me envolvió con su manto de pereza...
y me quedé,como en éxtasis de espera..
Monologando con el rio 
que era mi único oyente.!
Le conté mi triste desventura,
plagada,de matices cambiantes.
Del oprobio  de mi llanto,
de la odisea de amarla tanto.
Le conté de su risa cristalina.
y de los besos, de su roja boca.!
De su cuerpo deseado y temido.
De mis sueños y de mi angustia.
Lo dije casi como un desposeído,
que mi vida era carente de sentido.!
Le dije de mi pensamiento,
que sin ella, estaba perdido;
no tenia voluntad,de tan herido
por eso pensé tirarme en su cauce.!
Porque había decidido...
términar, mi sufrimiento,
renunciando a mi existencia,
apagando,la llama de mi vida..!
Más... sin embargo,
faltó el arrojo necesario,
para entrar en el bravío río
y dejarme llevar para el olvido..!
Era el momento,
en que la tarde caia
en los brazos de la noche.
cuando llegué con mi tristeza.!
A la orilla del río, 
a contarle mi odisea..!
Y, era el momento crucial 
en que el lucero aparecía triunfal,
mostrando el camino hacia la aurora;
en que emprendía, el regreso a mi morada:
dejando de lado mi peregrina y tan pueril idea..!
La vida, me enseñó, 
con su elemental porfía;
que después de la noche umbría
viene el día auyentando las sombras.!
Archibando en las arcas del olvido..
las penas que nos acosan con delirios.!
La noche...moría lentamente...
y el día,con rizos de oro mostraba,
que la vida...a pesar de todo... continúa..!!!
















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